- 3 a 4 tazas de leche
- 1 barra de mantequilla sin sal (½ taza)
- ½ taza de harina
- ½ cucharadita de nuez moscada
- Sal y pimienta blanca al gusto
Preparación
Pon a calentar la leche en una ollita, sin dejar que llegue a hervor.
Mientras tanto, derrite en una ollita la mantequilla y antes de que tome color añade la harina. Une rápidamente y ve agregando poco a poco la leche, sin dejar de mover con un batidor de alambre. Deja cocer la salsa a fuego lento, siempre moviendo. Sabrás que está lista cuando tenga un aspecto liso y aterciopelado. Agrega fuera del fuego nuez moscada, sal y pimienta.
La cantidad de leche depende de que tan espesa quieras la salsa. Es muy importante no dejar de mover, pues si no se formarán grumos que estropearían la salsa. La bechamel es una de las 5 salsas madres de la cocina francesa y sirve de base para otras salsas cocidas o bien para complementar platos que llevamos a gratinar al horno.